Sigo comiendo con calma dejando el plato poco a poco vacío pero de forma muy lenta; pero cuando oigo lo del coche dejo el tenedor y me limpio la boca con una servilleta con una sonrisa divertida.
- ¿Tu coche? -miro a Chris alzando una ceja.- Vaya, sí que lo dices con amor. ¿Tan guay es? -pregunto burlona, mirando de reojo el plato que ha engullido en un momento.